domingo, 13 de junio de 2010

Parto Vertical.


El parto vertical se asocia a una reducción en la duración de la fase II del parto, reducción en el número de episiotomías, disminución del dolor.

El médico ecuatoriano Oswaldo Cárdenas ha inventado un módulo para atender el parto vertical, recuperando la historia humana y la cultura andina que practica ese tipo de alumbramientos con más efectividad y menos dolor para las madres.

Traer una vida es un hecho sublime pero doloroso, y desde hace algo más de dos siglos lo es un poco más con la invención del fórceps, aparato que dejó atrás la naturalidad del alumbramiento y sólo mejoró la comodidad de los médicos. Así lo asegura Cárdenas al recordar que "hace 40 años" el médico francés Moriceu inventó el fórceps, que "quizá constituya uno de los más dramáticos ejemplos de agresión" hacia las madres e hijos.

"La física moderna y los conocimientos fisiológicos actuales han demostrado que la posición vertical materna (parto natural), al permitir la acción de la fuerza de la gravedad sobre el feto dentro del útero, condiciona y permite un rápido y no traumático nacimiento", afirma.

El proyecto del médico ecuatoriano tuvo su origen en la experiencia de las parteras indígenas que en las zonas andinas atienden el parto vertical (parto natural), con resultados más eficaces, menos sangrado, menos posibilidad de desgarros y mucho menos dolor. Cárdenas observó que con ese método las madres adoptaban la posición más cómoda posible (en si mismo un alivio), haciendo más fácil el alumbramiento y el trabajo de la partera que sólo recibía al recién nacido.

Ideó un proyecto sobre el asunto y construyó los módulos que unidos facilitaban el alumbramiento. Se trata de unos dispositivos para que las madres alumbren de forma vertical o de cuclillas (parto natural), mientras el médico, colocado atrás, podrá regular una especie de taburete para atender de mejor forma el alumbramiento.

El recién nacido, con la ayuda del médico, saldrá del vientre de su madre a una superficie acolchada, sin recibir tracciones ni rotaciones de cabeza, a diferencia de la experiencia con el fórceps.

El estudio determinó que en el momento del empuje final, la madre flexiona sus rodillas, lo que facilita el nacimiento en la superficie acolchada del módulo.

La creación del primer prototipo tuvo bastante éxito y las madres que lo utilizaron en el marco del proyecto (entre ellas tres holandesas), recomendaron su uso, aunque hicieron sugerencias.

Cárdenas y sus colaboradores desarrollaron otro prototipo para parto vertical (parto natural), cuya patente está en trámite, que mejora las condiciones y facilidades del primero y supera con mucho al método, horizontal.

"La atención del parto vertical (parto natural) genera ventajas importantes disminuyendo significativamente la hemorragia y el tiempo de duración del alumbramiento", afirma Cárdenas.

Su invento tiene el auspicio del Ministerio d Salud de su país y de la Fundación para la Ciencia y Tecnología (Fundacyt), además de la financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

Cárdenas quiere difundir en todo el país el método del parto vertical, para que se atienda de esa forma en los hospitales públicos.

El prototipo y el método para el parto vertical pueden ser observados en Fundacyt y la Facultad de Ciencias Médica de la Universidad de la ciudad de Cuenca, donde se desarrolló el proyecto.

El médico quiere difundir su experiencia en foros internacionales, aunque también desea explicar varios de sus estudios sobre las ventajas de otros métodos de alumbramiento como el parto con acupuntura y el alumbramiento en agua, entre otros.

Cárdenas cree que el método del parto vertical (parto natural) será fácilmente aceptado en los países andinos, donde la; comunidades indígenas mantienen en su cultura esa modalidad de alumbramiento, así como el otras regiones del planeta donde se practica.

En países donde no se conoce el parto vertical (parto natural) Cárdenas cree que su aceptación será un poco más difícil, aunque su módulo se adapta a las condiciones de las mesas que se usan en el método de parto horizontal.

Constaza Sanchez.

http://www.enbuenasmanos.com/articulos/muestra.asp?art=729

Rol de la matrona en el parto


La matrona no tan solo cumple un papel fundamental en el parto sino que en cuidados prenatales y postnatales. Acá cumple un papel importantísimo ya que ayuda a la madre a tener a su hijo guiándola en paso a paso de este maravilloso proceso para ella y su pareja u familiares cercanos. La matrona esta capacitada para asistir estos partos normales. En este momento es donde el vínculo que se formo con anterioridad entre la matrona y la madre se ve puesto a prueba ya que involucra activamente a la madre para que ella sea la protagonista de este gran proceso, ella vigila atentamente el trabajo de parto para ver si esta todo normal, controla la dilatación, contracciones, la monitorización fetal entre otras cosas. Al momento del parto es ella quien guía a la madre en el momento de pujar y como tiene que respirar, ahora no tan solo a la madre sino que al padre lo hace participe de este momento ya que no es tan solo la madre y su hijo sino que son los tres los participes y asé se fomenta el apego seguro de este niño que viene.

En el caso del área privada la matrona controla Tololo que implica el trabajo de parto ya que en esta parte no esta siempre presente el doctor, ella esta atenta a cualquier indicio de un problema para avisarle al doctor sino ella le avisa cuando es el momento del parto, ella solo cumple un papel de apoyo para la madre además de otras labores, el que asiste el parto es el doctor.

Atte.

Fernanda Gaete.

http://www.alemana.cl/reader/alemana/pub/v03/S9701Articulos/S0101200412/news2903.html

http://www.familia.cl/salud/matrona/matrona.htm

http://www.mundomama.cl/preparacion-para-el-dia-d/la-matrona-una-compa-durante-el-embarazo.html

lunes, 7 de junio de 2010

Parto en el agua en Chile




En nuestro país esta natural práctica tambien esta siendo implementada. En Chile, el Dr. Héctor Cruzatt Pezoa, gineco-obstetra, quien ejerce sus actividades en la Maternidad del Hospital Félix Bulnes de Santiago y en el área privada, es pionero en Chile hace ya 11 años y es el único dedicado a este tipo de procedimiento de parto natural. Ha asistido a la fecha 114 partos bajo el agua y en forma totalmente exitosa.

Cruzatt señala al igual que Odent que el agua temperada relaja los músculos, induce ondas alfa cerebrales relajantes y disminuye la producción de adrenalina. “Muchas mujeres –sostiene- no son capaces de liberar sus instintos en el entorno tecnológico de las clínicas y hospitales, y el agua puede ayudarlas a conseguirlo. Se consigue intimidad con el aislamiento sensorial que produce el baño de agua caliente, estando a oscuras, en silencio, sin sentirse observada” y agrega “La mujer debe meterse en el agua con el parto ya mediado. El recién nacido está adaptado a la inmersión y entra en un medio que le resulta familiar. Entonces, la madre o el asistente lo coge suavemente y en unos segundos, sin precipitarse, lo saca a la superficie y lo coloca sobre la madre”, según explica el especialista “El cordón umbilical habitualmente sigue latiendo unos minutos, suministrándole oxígeno al bebé. Al encontrarse en un ambiente aéreo y más frío, el bebé comienza a respirar con suaves gemidos y, al colapsarse el cordón, grita e inicia la respiración rítmica” sostiene.

A través de este parto el padre tiene una mayor participación, ya que en este proceso su función es mucho más importante, siendo su apoyo algo fundamental para la madre.

Atte.
Camila Parada.

Todo sobre el parto: Lista para dar a luz


¿Qué es el Pre-parto?

Dadas estas condiciones, la madre se comunica con el médico o matrona, quienes avisan al resto del equipo médico. Cuando el médico y la matrona comprueban la regularidad en las contracciones y los centímetros de dilatación, la madre debe hacer su ingreso al hospital o clínica, donde permanecerá en la sala de preparto.

Tal como explica el Dr. Jankelevich, "esta sala está destinada a que la mujer transcurra el período previo al parto, que suele durar entre 8 y 12 horas en una mujer primeriza y entre 4 y 6 en una mujer con hijos. También es posible que esté en reposo o que camine y pase la espera conversando con quien la acompañe. El médico y la matrona realizan la medición de centímetros dilatados hasta ese momento y luego se aplica anestesia, en el momento en que el dolor aparece".

Como explica el doctor Castro, "esta aplicación consiste en el uso de anestésicos en el espacio epidural, ubicado en la columna, alrededor de las membranas duramadre, piamadre y aracnoide. Esto provoca un efecto de analgesia total, que permite el movimiento sin dolor y que la madre participe activamente en el proceso del parto".

A medida que las horas pasan, aumenta la ansiedad de la madre de estar por fin con su hijo. En medio de este proceso, es llevada a la sala de parto, que según el doctor Jankelevich "es el lugar donde la mujer, que puede estar acompañada de su marido, ingresa lista para la salida del bebé y que se denomina período expulsivo. Para este momento los latidos fetales son controlados en forma permanente y es necesario que la madre esté con una vía venosa permeable, en caso de emergencia”.

El Parto

En el momento del nacimiento está presente el obstetra, que es quien atiende el parto; el anestesista, encargado de controlar los fluidos (suero) y la anestesia, un neonatólogo, quien recibe al recién nacido y lo atiende, y la matrona, quien se encarga de la asistencia de enfermería.

En la sala de parto se realiza la "conducción", que es apoyar el trabajo de la madre para que su hijo nazca. Esta se hace por vía endovenosa con suero, ocitocina y analgésicos.

Cuando están todas las condiciones dadas para un parto normal, el ginecobstetra procede a hacer una episiotomía, incisión quirúrgica del periné.

Como explica el doctor Jankelevich, "la episiotomía puede ser en la línea media o lateral, en la zona entre el extremo inferior de la vagina y el recto. Esta tiene como objetivo descargar la presión en el momento que la cabeza corona los genitales o está a punto de salir, donde se produce una gran tensión y si no se descarga, se pueden provocar desgarros".

"Una vez que la madre empuja para que el niño nazca y el pequeño ha emergido completamente de los genitales, inspira y se produce el llanto. Alrededor de 30 ó 50 segundos posteriores a ese momento, se procede a cortar el cordón umbilical, que se realiza cuando se ha constituido la circulación del recién nacido".


Al momento del corte del cordón, tanto en parto normal como en cesárea, se pone al niño sobre el pecho de la madre para que tengan su primer contacto. Es en ese minuto que los lazos entre madre e hijo empiezan a establecerse, a través del olor y calor corporal.

Cuando al niño se le están practicando los exámenes de rigor, la madre entra a la etapa del "alumbramiento", que es la última fase del trabajo de parto. Como explica el doctor Jankelevich "es cuando se expulsa la placenta y se caracteriza por un período de reposo. Esto sucede en forma espontánea, minutos después que el niño ha nacido y al momento de reiniciarse las contracciones. Estas hacen que la placenta se desprenda y se expulse. Luego, si es que se ha practicado una episotomía, se procede a suturar”.
http://www.familia.cl/salud/parto/parto.htm
Javiera Miranda C.

domingo, 6 de junio de 2010

Papel de la matrona en el parto natural.

Parto Natural


La expresión "parto natural" en muchos ámbitos se interpreta como una nostálgica vuelta al pasado: parir sin epidural, sin oxitocina, parir sin esto y sin lo otro. Allí donde la tasa de cesáreas es alta (España y Sudamérica, por ejemplo), hay quien utiliza ese término para referirse a un parto vaginal.


Pero parto natural no es simplemento un parto “sin”, sino aquel que se produce gracias a la maravilla de la fisiología, y en el que los procedimientos obstétricos se aplican únicamente en caso de necesidad. Es lo opuesto al parto medicalizado, atendido por la obstetricia convencional, en el cual la tecnología sustituye la fisiología de la mujer, desvirtuando la experiencia del nacimiento, y generando riesgos innecesarios para la madre y el bebé. En el primer caso la técnica está al servicio de la naturaleza, en el segundo, la naturaleza es doblegada por la técnica. Las tasas de cesáreas en los países y hospitales que respetan los procesos naturales no suelen superar el 10%. Cuando la asistencia es de corte intervencionista, la tasa de cesáreas siempre es superior.

No es posible asistir dignamente a una mujer parturienta sin comprender la verdadera naturaleza del parto: es un acontecimiento involuntario, tanto como el sueño o el orgasmo, aunque mucho más complejo. Todos sabemos lo que ocurre cuando uno trata de controlar o dirigir mentalmente estos procesos: simplemente no ocurren. La sola pretensión de controlar un proceso involuntario lo inhibe, y eso es lo que sucede con el parto hospitalario. Ese es el motivo por el cual cuando la mujer llegar al hospital, la dilatación a menudo se estanca. Cuando el parto se inhibe, se prepara el terreno para todo tipo de procedimientos que sustituyen la función de una naturaleza que en estas condiciones, obviamente, no puede funcionar: estimulación con oxitocina, episiotomía, anestesia, fórceps, cesáreas innecesarias … se sustituye un proceso natural sofisticado y sabio por un conjunto de técnicas encaminadas a resolver los problemas a menudo creados por ella misma. Y también para someter un proceso con un ritmo propio al ritmo acelerado que establece el hospital.

Dice Michel Odent que de las muchas preguntas que se hacen los estudiantes de obstetricia hay una que continúa ausente de los planes de estudios. Esa pregunta es ¿Cuáles son las condiciones idóneas para un parto fluido?

  • Intimidad, seguridad y apoyo emocional.

    Lo mejor que podemos hacer para favorecer un proceso involuntario es conocer y crear las condiciones idóneas para que se produzca solo. Puede resultar paradójico que la única forma de “humanizar” el parto sea recapitulando el hecho de que somos una especie “mamífera”. El parto es un acontecimiento instintivo, llevado a cabo por nuestro cerebro mamífero, y en el que la participación de nuestra mente racional tiene un efecto contraproducente. Lo más que se puede hacer es rendirse a la experiencia y permitir que ocurra, para lo cual el ambiente en que transcurre y la calidad humana y actitudes de los asistentes es esencial.

    Ese cerebro mamífero primitivo es también nuestro cerebro emocional (sistema límbico). Es una constante en todas las especies mamíferas que la parturienta necesita una atmósfera de intimidad y recogimiento, de seguridad física y emocional, que le permita entrar en el estado de consciencia especial propio del parto. Cuando este estado de intimidad se impide, cuando una hembra mamífera se siente amenazada, o incluso indiscretamente observada, el parto se interrumpe: las hormonas del estrés inhiben las hormonas del parto.

    Esto pone de relevancia la enorme importancia del estado emocional de la madre y cómo influye en él el soporte emocional y el trato que recibe, así como las condiciones y el ambiente en que transcurre el parto. La forma en que se trata a la mujer de parto puede condicionar totalmente su progreso. Por ello, las primeras recomendaciones de la OMS no se refieren a los aspectos técnicos, sino emocionales y psicológicos: Debe fomentarse una atención obstétrica crítica con la atención tecnológica al parto y respetuosa con los aspectos emocionales, psicológicos y sociales del parto.

  • Ambiente y entorno apropiado.

    El parto es dirigido por el cerebro mamífero (emocional), pero inhibido por el neocórtex (racional). Decía Michel Odent que es suficiente preguntar a una mujer su número de la seguridad social para que el parto se interrumpa. Debe pues evitarse todo lo que active el pensamiento racional en la mujer de parto: hablarle sin necesidad, darle órdenes o interrumpirle en su “viaje interior”. También interfieren las luces, los ruidos, el frío, la prohibición de comer, la incomodidad de tener que mantener una postura determinada o estar en un lugar poco apropiado, como es el paritorio. Las condiciones necesarias para un parto fluido no difieren mucho de las condiciones idóneas para dormirse: intimidad, penumbra, silencio… todo lo que permita a la mujer ensimismarse. Dice Sheila Kitzinger que “el lugar ideal para dar a luz es el mismo que para hacer el amor”.

  • Libertad de expresión.

    La represión de la expresión de dolor durante el parto tiene la consecuencia de reprimir la evolución del parto mismo. Beatrijs Smoulders, comadrona holandesa, afirma en su libro “Parto Seguro” (Editorial Médici), “Hace años, de una parturienta se esperaba que fuera fuerte y no dijera ni pío al dar a luz. En estos casos, el personal sanitario del hospital podía afirmar: “¡Qué bien lo hace la señora!”. Mientras que la comadrona de hoy en día más bien pensaría: “¡Suelte un berrido de una vez, señora, y así como mínimo pasará algo”. Sumergirse y aceptar el dolor es condición necesaria para la producción de endorfinas, “opiáceos” internos que amortiguan y modifican la percepción del dolor.

  • Libertad de movimientos y postura para el expulsivo.

    La posición tumbada para dilatar (enganchada al gotero y al monitor) y el potro obstétrico para el expulsivo pasarán a la historia como uno de los mayores y persistentes errores de la obstetricia.

    Numerosos estudios demuestran que la posición vertical favorece el parto y la horizontal lo entorpece. En horizontal, el canal del parto se alarga y estrecha y el coxis se dirige hacia lo alto, convirtiéndose en una vía de paso más angosta para el bebé, y además cuesta arriba. En posición vertical la vagina se amplía y acorta, pero además la presión de la cabeza del bebé sobre el cuello del útero ejerce un efecto hormonal que estimula la producción interna de oxitocina, y por tanto la dilatación. La posición vertical acorta y amplía el canal del parto, permite que las articulaciones de la cadera se abran más para dar paso al bebé, facilita sus movimientos de rotación y permite que la fuerza de la gravedad le ayude en su descenso. Episiotomía y fórceps son procedimientos técnicos que sustituyen la fisiología de la mujer y la gravedad con evidentes y penosos efectos secundarios para la madre y el bebé

    La mujer debe tener la libertad de dilatar y parir en la postura que más le convenga: en cuclillas, sentada en el taburete obstétrico, a cuatro patas, de lado, colgada de alguien, de pié… El instinto indica en todo momento cual es la postura idónea mediante un lenguaje infalible: la más cómoda es también la más fisiológica.

  • Asistencia profesional respetuosa.

    Siendo la fisiología del parto tan sensible al entorno, el papel del profesional asistente es estar disponible en un discreto segundo plano, sin interferir, confiando en los recursos de la mujer para dar a luz, y aplicar los procedimientos obstétricos únicamente si hacen falta. El protagonismo del parto corresponde a la mujer.

  • Procedimientos naturales de abordar el dolor.

    La producción de endorfinas se favorece cuidando al máximo las condiciones en que transcurre el parto y evitando todo lo que pueda producir estrés. Actualmente la tendencia es a recurrir a formas inocuas y agradables de amortiguar el dolor: cambiar de postura, baño de agua caliente, masaje en la zona lumbar, masaje de pies, sentarse en pelota de goma …

  • Intimidad y tiempo para recibir y acoger al bebé.

    El momento del nacimiento es un momento especial, mágico, en el que el estado hormonal propio del parto natural crea las condiciones para que produzca el vínculo madre-hijo, un vínculo que tiene consecuencias duraderas sobre esa relación, sobre la confianza de la mujer en su capacidad para amar y criar a su hijo, sobre el desarrollo emocional del bebé. El vínculo que el bebé crea con su madre es el troquel, la base de su capacidad para crear vínculos posteriores. Por ello el nacimiento medicalizado tiene consecuencias no sólo físicas, sino psicológicas y sociales. Madres y bebés deben estar juntos tras el nacimiento, y en todo momento, y no se justifica que un recién nacido sano sea apartado de su madre. Incluso los prematuros progresan mejor con el “método canguro” que con la incubadora, o al menos con un sistema mixto. La OMS recomienda iniciar la lactancia antes de abandonar la sala de partos.

  • Cordón umbilical:

    El respeto por la fisiología del parto implica reconocer la función del cordón umbilical, que continúa latiendo y suministrando sangre oxigenada al bebé durante varios minutos tras el nacimiento. La naturaleza no hace nada que no sea necesario, y esos minutos son el tiempo que el recién nacido necesita para comenzar a utilizar sus pulmones sin angustia ni riesgo de privación de oxígeno. El recién nacido tiene el derecho de disponer de esos minutos y de esa sangre, y con mayor motivo si ha tenido sufrimiento fetal, ya que al iniciar la respiración la sangre acude a los pulmones en detrimento del cerebro. Pinzar el cordón inmediatamente tras el nacimiento es una práctica que, a la luz de la evidencia científica, debería haber sido abandonada.

Contrariamente a lo que se piensa, parto natural no es volver al pasado, sino recuperar la capacidad y la confianza en la propia naturaleza y rendirse ante ella. Tampoco es renunciar a la tecnología, sino adjudicarle el lugar que le corresponde: las complicaciones, los casos de riesgo. Y es que las prácticas de rutina en el paritorio no son buenas ni malas, son oportunas o inoportunas. Y cuando se imponen de forma sistemática e indiscriminada a mujeres que no las necesitan son inoportunas. La evidencia científica demuestra que el parto natural no sólo es más digno para la mujer, es también el más seguro. Por ese motivo, la Organización Mundial de la Salud recomienda una calidad de atención basada en el protagonismo de la mujer y en su fisiología, y el mínimo grado de medicalización posible.


Isabel F. del Castillo
Autora de "La Revolución del Nacimiento". Ed. Granica 2006


Atte.

Constanza Sanchez.